martes, octubre 02, 2012

El invierno del dibujante


Hace poco que cayó en mis manos este comic "El invierno del dibujante" editado en el 2010 por Astiberri.
¿Os habéis preguntado alguna vez quién está detrás de los personajes de comic que había  en publicaciones como "Tio vivo", "Pulgarcito", "DDT", "Super Mortadelo", de personajes como "Mortadelo y Filemón", "Zipi y Zape", "Gordito relleno", "Anacleto", "Sir Tim o´ theo" y un largo  etc........? Yo si.

Muchas veces de chaval me imaginaba a estos tipos como semidioses millonarios, que gracias a su talento y con el mínimo esfuerzo nos daban un montón de horas de placer a un montón de jóvenes de la época.
Nada más lejos de la realidad. En "El invierno del dibujante" Paco Roca narra la historia real del abandono de la editorial Bruguera por cinco de sus dibujantes estrella: Guillermo Cifré, Carlos Conti, Josep Escobar, Eugenio Giner y Jose Peñarroya para fundar su revista "Tío Vivo" y su regreso a su antigua editorial tras su fracaso.
Es un poco chocante averiguar cómo era la realidad de los dibujantes de comic en la España franquista de los años 50, totalmente quemados por las malas condiciones económicas a la que se ven sometidos por las todopoderosas editoriales, hasta el borde de la pobreza.

 
Me resulta un detalle muy cachondo el hecho de que Ibañez a menudo se autodibujaba dentro de sus historietas de Mortadelo y Filemon; aparecía con una corona de laureles y billetes saliendo de sus bolsillos. Ahora entiendo perfectamente la ironía de aquellos dibujos.
También es curioso descubrir cómo era en aquellos días el dibujante Manuel Vazquez... tendré que echar un vistazo a la película que se hizo en el 2010 sobre su persona "El gran Vazquez". Todo un personaje.



Otro curioso detalle de mi relación con los tebeos de aquella época era el poder curativo que ejercían sobre mí. Ante un pesado dolor de cabeza o en estados febriles; nada mejor que empezar a leer un buen tocho de "Super humor" y el dolor desaparecía por completo y la fiebre disminuía considerablemente.
Mi madre, consciente de todo esto, cada vez que enfermaba aparecía en casa con un par de publicaciones. Habitualmente solía ser el "Super DDT" o "Mortadelo especial" y la mejoría no tardaba en llegar.
En un principio esto me resultaba algo raro; hasta que un día entrando en el bazar donde adquiría los tebeos me encontré una mujer de mediana edad haciéndose con sus medicamentos en forma de pila de comics ,mientras comentaba al tendero:
- Esto es lo unico que me quita el dolor de cabeza.